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No tenía fuerzas para rendirme, así que decidí emprender activamente una búsqueda eidética, es decir, de lo esencial. Pensé que el cambio que afrontaba merecía un decorado literario, y de ahí el blog. En él reflejo pensamientos, reflexiones y emociones que he vivido durante mi estancia en Tanzania enseñando inglés y suajili a niños de preescolar en un colegio rural de la organización Born To Learn, en India como profesor de francés para la Professional School of Foreign Languages de la Fundación Vicente Ferrer, y actualmente en Malí cooperando con CONEMUND en proyectos de seguridad alimentaria y equidad de género. Mi objetivo cabe en una palabra: Compartir.

martes, 12 de julio de 2016

¿Nada?


'Descubrir' según la RAE consiste en destapar lo que está tapado o cubierto, así que descubrirse tiene que consistir en quitarse lo que a uno le tapa o cubre. Es decir, que hay algo que nos oculta -se entiende que de los demás y de nosotros mismos- y hay que quitarlo. De acuerdo, pero... ¿qué es eso que nos tapa?, ¿qué es lo que hay que quitar?

Sin hacer muchas cábalas se puede fácilmente llegar a la conclusión de que lo que hacemos y lo que nos pasa -es decir, la historia de nuestra vida- consiste en un conglomerado de experiencias sensoriales, emociones y pensamientos. En fin, que nuestra experiencia vital está hecha de lo que olemos, gustamos, oímos, vemos tocamos y vemos, lo que pensamos, y las emociones que tenemos, que en realidad no son más que la manera que tiene el cuerpo de pensar. Los pensamientos provocan reacciones en el cuerpo y las reacciones de nuestro cuerpo provocan pensamientos. Las emociones son, por tanto, pensamientos que han viajado desde el cerebro al cuerpo o sensaciones corporales que han viajado al cerebro para convertirse en pensamientos. Y aunque pueda parecer mentira, eso es todo. No hay más. 

Resulta entonces que eso que tenemos que quitar para destaparnos, para descubrirnos, sólo puede ser una de estas tres cosas: sensaciones, pensamientos o emociones. 
Llegados a este punto, nos podemos plantear cortar por lo sano, es decir, quitar las tres cosas y ver qué pasa.  ¿Qué queda cuando uno no piensa en nada, no siente nada y no tiene ninguna emoción? 

¡Conseguir eso no es posible! -dijo el ego-, y además, si lo fuera, no quedaría nada, morirías. 

¡Falso! -afirmó el verdadero yo-. Sí es posible y se puede hacer en vida. Lo que queda no es la nada, aunque tampoco es algo...

Y hasta aquí puedo escribir.

1 comentario:

  1. San Francesco d'Assisi dijo hace 800 años; " Chi lavora con le mani é un operaio.
    Chi lavora con le mani e la testa é un artigiano.
    Chi lavora con le mani, la testa e il cuore é un Artista"
    Somos querido primo una trinidad; "Cuerpo fisico, Mente-pensamiento, y espíritu-sentimiento"
    "Cuando Sentipensamos mente y espíritu están en sincronia"
    Podemos olvidar todo lo que pensamos, pero el espíritu no olvida jamas una emoción vivida Vívidamente.
    Pues el pensamiento pertenece a la mente física, y la emoción o sentimiento pertenece al Espíritu, metafísico y atemporal.
    Quizás por ello jamas olvidamos emociones que nos retrotraen a instantes inolvidables,hasta de nuestra niñez...
    Así Sentipienso yo Admirado Primo Hermano.

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