Mi foto
No tenía fuerzas para rendirme, así que decidí emprender activamente una búsqueda eidética, es decir, de lo esencial. Pensé que el cambio que afrontaba merecía un decorado literario, y de ahí el blog. En él reflejo pensamientos, reflexiones y emociones que he vivido durante mi estancia en Tanzania enseñando inglés y suajili a niños de preescolar en un colegio rural de la organización Born To Learn, en India como profesor de francés para la Professional School of Foreign Languages de la Fundación Vicente Ferrer, y actualmente en Malí cooperando con CONEMUND en proyectos de seguridad alimentaria y equidad de género. Mi objetivo cabe en una palabra: Compartir.

jueves, 20 de octubre de 2022

La cola que menea al perro

                                             

El tiempo es una de esas cosas que todo el mundo sabe lo que es hasta que le piden que lo explique. Es como el ciempiés al que le preguntaron cómo se las apañaba para poder coordinar el movimiento de tantas patas de manera acompasada y funcional y justo cuando el animalico se paró a pensar en ello dejó de ser capaz de hacerlo. 

El tiempo es oro, no tengo tiempo, el tiempo vuela, el tiempo te arrastra… Sea lo que fuere, creemos tener muy claro que es algo lineal que viene del pasado, cruza el presente y se lanza hacia el futuro; algo que se mueve en esa línea imaginaria en esa dirección. Asumimos con toda naturalidad que lo que pasa y lo que pasará son consecuencia de lo que pasó. Nos vemos, pues, conducidos por el tiempo, e interpretamos que la vida se desenvuelve bajo el poder que el pasado ejerce sobre ella.

Todo esto está tan arraigado en nuestro sentido común que pensar de otra manera resulta tan incómodo como afeitarse o escribir con la otra mano.

Yo he venido aquí para darle la vuelta totalmente a todo esto. Afirmo con el puño en alto que el pasado es el resultado del presente y ofrezco con la mano extendida los siguientes ejemplos que lo demuestran:

Cuando un barco navega por el océano deja una estela que se va perdiendo en el mar. Esta estela nos dice dónde estuvo el barco de la misma manera que el pasado y nuestra memoria nos dicen lo que hicimos y lo que nos pasó. Si vamos hacia atrás en el tiempo iremos viendo lo que ha ocurrido, y a medida que rebobinemos habrá menos cosas en el pasado hasta el punto de que llegará un momento antes del cual no habría pasado nada. Recorriéndolo hacia atrás el pasado se va deshaciendo de la misma manera que va desapareciendo la estela que deja el barco. Pero lo más importe y remarcable de todo esto es que la estela no conduce al barco, de la misma manera que la cola no menea al perro.

Explicar las cosas remitiéndose al pasado es negarse a explicarlas, es echarle la culpa a los padres, los padres a los abuelos, estos a los ancestos y así retrospectivamente hasta que Adán se remitiera a Eva y esta a la serpiente. Y la serpiente, que ya no tendría dónde echar la vista atrás, preguntada por Dios con una mirada, seguramente respondería con un guiño, porque ella sí sabía que todo empieza ahora.

No estoy aquí por nada que haya pasado. Esto aquí por la misma razón por la que los pájaros cantan, que las estrellas brillan, que la luna gira o que los mares bailan. Soy un gerundio cuesta abajo, un siendo, un porqué sin causa, soy un qué que se acepta, que cree y que crea

Nunca nada pasó en el pasado, pasó en el presente, y nunca nada pasará en el futuro, pasará en el presente. El presente es lo único que hay. ¿De verdad crees que es la cola la que menea al perro? 

- La entrada es una recreación de ideas y metáforas de Alan Watts y de Eckhart Tolle- 

viernes, 9 de septiembre de 2022

Aviso a psiconautas

 

La Ley del Espejo dice que si alguien hace algo que te hace sentir mal, la lectura correcta no es que la acción de ese alguien ha creado una energía que ha llegado a ti y te ha causado malestar, ¡no!

Lo que realmente pasa cuando alguien hace algo que te hace sentir mal es que tú, que tenías un malestar interno, lo has proyectado hacia fuera para deshacerte de ello y lo has arrojado contra la situación. Esa misma situación podría no haberte supuesto ningún malestar si tú no lo hubieras proyectado sobre ella.

La primera lectura, la que has venido haciendo durante toda tu vida, perpetúa tu victimismo y hace que te sientas siempre zarandeado y a merced de las circunstancias. “Si me pasa algo malo –dirás- me sentiré mal”, y te darás la razón sin ninguna duda, y no te faltarán apoyos porque todo el mundo te la dará. Tiene toda la lógica del mundo. ¿Quién te va a llevar la contraria en algo tan obvio?

Sin embargo la segunda lectura, la de que lo que sientes es tuyo y nace en ti, sea cual sea la situación que ha parecido provocarlo ahí fuera, es la alternativa que cambiará el mundo. 

Y aquí no hay concesiones, amigo psiconauta; no se trata de que observes algo, lo valides y lo creas, es decir, no se trata de ver para creer sino justo de todo lo contrario, tienes que saltar sin red. Se trata de creer para ver. 

Y cuando creas para ver entonces verás que los ojos no son cámaras sino proyectores, y que para VER de verdad hay que mirar a lo que hace que el ojo vea, aunque el propio ojo no sea capaz de verlo. Y no es raro que no sea visible para el ojo lo que hace que el ojo vea de la misma manera que no lo es que un diente no pueda morderse a sí mismo, que el fuego no se autoabrase o que una navaja no pueda cortarse a sí misma por muy afilada que ésta esté. 

Sé valiente, amigo psiconauta, entrégate, encomiéndate, acércate a la verdad, ¡ve y VE! 

jueves, 28 de julio de 2022

¿Existe Dios?


En la autopercibida kilimanjárica ascensión de mi razón a la cima de la nada, el ateísmo me ha parecido siempre lo más coherente. Sin embargo, ahora que he descendido me he dado cuenta de que la coherencia no tiene por qué regir mis pareceres, así que he dejado de declararme ateo porque tanto el ateísmo como el teísmo son la misma cosa en la medida en la que hacen alusión a una polaridad. 

Dios es, pero no puede ser esto o lo otro. Dios, por tanto, no puede tener nada que ver con este mundo. No lo ha creado ni puede estar en todas partes porque el concepto mismo de “parte” le es ajeno. Todo lo ajeno a Dios es irreal, e irreal es por tanto todo lo que piensas y crees ver. Él mismo lo dijo desde su inexistencia: "Mi reino no es de este mundo" es una directísima pista para que no lo busquemos donde no podemos encontrarlo. Dios vino aquí para decirnos que no está aquí. ¿Acaso se puede ser más claroscuro? 

La respuesta a la pregunta de si Dios existe es tan incorrecta cuando se responde "sí" como cuando se responde "no" porque ambas conceptualizan y afirman o niegan una idea parcial que Aquello a lo que apuntan no puede ser ni entender. La respuesta correcta a esa pregunta capciosa es un estado mental en el que la pregunta misma se disuelve en la imposibilidad de ser formulada. Y no son los libros ni los porteadores de la razón los que te llevarán "allí". 

viernes, 8 de julio de 2022

Amigo pensador, el pensar late en ti

                                                       

Uno no dice “estoy latiendo mi corazón”, en  primer lugar porque se tiene claro que el corazón late él solito y no hace falta que lo lata nadie, y en segundo lugar porque latir es un verbo intransitivo, así que el corazón late y punto, y de este fenómeno, que se repite sin cesar –hasta que cese, claro, que cesará- no tenemos que preocuparnos ni que ocuparnos porque ocurre solo.

A mí personalmente me ha ocurrido ya una lluvia de veces; pum, pum, pum y pum, y venga y dale hasta mil quinientos millones, así que tengo un latido para cada español, tanzano, indio y maliense, y me sobran latidos para compensar todos los descorazonamientos. Así hace las cosas mi corazón: sin protestar, sin pararse, sin darse importancia y sin que yo intervenga.

Cosa curiosa es que aunque aceptemos con naturalidad que los latidos vienen de allá y no son cosa nuestra, lo de pensar, sin embargo, consideramos sea algo muy nuestro y muy de acá. “Yo pienso” y “yo pienso esto” no solo se aceptan como algo básico en cuanto a que es uno mismo el agente sino que  se consideran además la esencia de nuestra identidad. Yo soy quien soy entre otras cosas y fundamentalmente porque pienso lo que pienso y como lo pienso.

Pero, pensemos un poco: ¿de verdad es uno mismo el que piensa? No te líes, amigo pensador, pensar no es algo que tú haces, es algo que ocurre en ti, como el latir. Las ideasque son pensamientos licuados, llueven sobre ti como un diluvio mental, y en esto del llover poco tienes tú que ver, en primer lugar porque no eres tú la nube y porque llover es un verbo impersonal, como ya has de saber. 

Nuestra mente está continuamente en movimiento, incluso cuando no necesitamos que actúe. Se va al pasado donde ya nada puede cambiar, se lanza al futuro donde no hay nada que tocar, juega con la fórmula “si hubiera o hubiese…” fantasea, se ilusiona y crea compulsivamente un mundo de ectoplasmas que no existen pero que nos afectan como si existieran. Muchas veces me he preguntado dónde habrá ido a parar la energía que he gastado a lo largo de mi vida en preocuparme y afligirme por cosas que me han venido a la cabeza sin yo llamarlas y que luego nunca llegaron a ocurrir. Si me la devolvieran toda de golpe creo que podría darme un paseo por la vía láctea haciendo cabriolas de planeta en cometa.

Lo tuyo, amigo pensador, no es latir ni pensar, lo tuyo es observar tu pendular sístole-diástole existencial y contemplar cómo, gota a gota y charco a charco, se forma en ti un océano de ideas en el que, eso sí, puedes nadar y pescar.

Así que de pescar va el asunto, o más bien de qué hacer con lo que se engancha en la caña. No me imagino un pescador que lleve a la sartén una bota, un trapo ni una rueda de bicicleta. Esa pesca es para descartar, esa idea es para tirar. Hay que cuidar la dieta mental. 

Amigo pensador, no pienses que piensas, el pensar late en ti.

lunes, 20 de junio de 2022

Del nacer y ser hijo

  •  Tener hijos para darle sentido a la vida es como pedir un préstamo para pagar una deuda o como rellenar un cuestionario con preguntas. 
  •  Los hijos no vienen de ti, sino a través de ti, y aunque estén contigo no te pertenecen (Gibran Khalil Gibran).
  •  Nacer es el acto más autodestructivo que un ser espiritual puede hacer. Este mundo es un océano de carencias que venimos a visitar para entender, recordar y perdonar, que en realidad son todo la misma cosa. La verdadera fiesta no es venir sino irse, y el optimismo que encierra esto que digo solo se puede entender cuando uno se ha despiojado totalmente de sus miedos.
  • Los ojos no son cámaras, son proyectores. Todo lo que hemos visto desde que nacimos no es lo que hay ahí fuera, sino una proyección especular de lo que somos dentro. Esto supone un cambio de paradigma tan potente como lo supuso en su día pasar de la física Newtoniana a la Einsteniana. En términos físicos aquello fue un reto para el entendimiento. Espiritualmente esto es un despabilador de almas somnolientas y resacosas. 
  • Buscamos la libertad desde que nacemos, y la buscamos justo donde no puede estar. El hecho mismo de buscarla es un sinsentido esclavizante. En el mundo real no hay libertad porque no puede haberla donde se tiene y se es Todo. Encontrarla, por tanto, consiste en volver a donde no existe porque no hace falta. 
  • Todos los problemas que has tenido en tu vida no estaban ahí fuera ni se debían a nada de lo que creías. Estaban siempre dentro de ti y eran uno solo: amnesia. Tu desacuerdo con lo que digo, el malestar que te genera y la necesidad de rebatirlo que sientes son una prueba más. 

jueves, 9 de junio de 2022

Preguntas-soplido

  • ¿A partir de qué altura se puede considerar que un salto es vuelo?
  • ¿En qué punto exacto desemboca un río?
  • ¿Cuántos granos de arena hacen falta para formar un montón?
  • ¿En qué segundo exactamente se hace uno mayor de edad?
  • Y esa gota que colmó el vaso, ¿lo habría colmado también siendo un poco más pequeña?
  • ¿Cuándo acaba el tiempo?
  • ¿Qué significa nunca y en qué se diferencia de siempre?
  • ¿Qué es la nada?
  • ¿Existe ninguna parte?
  • ¿Cuán grande ha de ser la derrota para poder llamarse fracaso?

viernes, 27 de mayo de 2022

Divide y sufrirás

Hoy he leído estas dos frases en la prensa, ambas en el mismo medio y separadas por un par de noticias entre medias: 

Una decía: 

"La crisis alimentaria que se avecina, y que ya está presente en algunos países africanos, tendrá proporciones gigantescas y terribles consecuencias humanitarias".

Y la otra dice:

"Por primera vez en la historia de la humanidad, el exceso de alimentos es más peligroso que su falta".

¿Están hablando ambas del mismo mundo?, ¿en serio?

Está claro que el que afirmaba la primera vive en el mundo de la segunda, y que todos los que viven en el mundo de la segunda nunca entenderán, se preocuparán ni harán nada verdaderamente comprometido para evitar la primera. 

Hasta que ambos mundos se fundan, claro, y todos despiertimueran del susto. 

miércoles, 25 de mayo de 2022

Frases ansintóticas

Las asíntotas son rectas que se aproximan cada vez más a algo pero no llegan nunca a tocarlo. Son la forma de acariciar que tiene el infinito, viento que despeina neuronas y numen de frases como estas: 

  • Paciencia infinita produce resultados inmediatos.
  • La eternidad no es tiempo infinito, es ausencia de tiempo, y en un lugar donde no hay tiempo nunca puede pasar nada. Y no, tampoco es posible aburrirse.
  • Amor infinito implica libertad infinita. Estás utilizando tu libertad para equivocarte creyendo que este mundo de miserias es real. Paradójicamente para tu entendimiento, eso parece estar pasando porque eres infinitamente amado. Cuando le pierdas el miedo al Amor lo entenderás. 
  • Si el espacio es infinito no puede haber ningún lugar porque el infinito no se puede limitar y todo lugar es una limitación del espacio. 
Decía Krishnamurti que la Verdad es un terreno sin senderos. Por eso cuando el lenguaje se acerca a Ella pierde su solidez, se contradice y es incapaz de apuntar a nada, incapaz de marcar un sendero. La Verdad es inefable, así que todo lo que has dicho hasta ahora es mentira. 

viernes, 20 de mayo de 2022

Humilde poderoso

 

En un mundo como este en el que todo se está permanentemente moviendo -y cuando digo todo me refiero a todo, desde la materia hasta las ideas y las circunstancias- una actitud de estaticismo y búsqueda de la seguridad esperando que nada cambie es una estrategia que por razones obvias suele fracasar y dar lugar a bastantes pesares. 

Hasta la catedral de Burgos dejará de existir algún día, así que hay que adaptarse a los cambios cambiando. Por otra parte, cuando escucho eso tan manido de “yo ya soy muy mayor para cambiar” siento una especie de... pena. Mi objetivo, por el contrario, es transitar por una vejez en la que me haya convertido en bambú; no hay planta más flexible y resiliente que esa. Aspiro a no aspirar nada, pero si a algo es sería a estar abierto a todo y a no tener ninguna idea fija. Al revés de lo que se considera habitual. Sé que es ir contra corriente, pero a estas alturas los salmones también tienen licencia para remontar.

Esto no quiere decir que crea que haya que ser culo de mal asiento por definición, pero sí creo que es bueno estar abierto a que las cosas no sean como se esperaba o sencillamente a no esperar nada de las cosas y tomar lo que la vida te va dando. Así viene, así conviene. 

En cada una de las transiciones profesionales por las que he pasado durante esta última década de mi vida ha habido además una migración física en la que el escenario mutaba también: cambiaban el idioma, el lugar, el clima, la gastronomía, las costumbres, las ideas, mis funciones y lo que se esperaba de mí. Siempre he sentido la inseguridad que generan estas decisiones, pero no ha sido una inseguridad económica -porque de una manera o de otra siempre he acabado teniendo lo necesario, y en mi caso es sencillo porque al no tener hijos (que yo sepa) el denominador es 1 y salen las cuentas bastante fácilmente- sino que ha sido más bien una inseguridad egóica. 

Pasar de ser el “puto amo” en algo a ser Don Nadie y prácticamente no tener ni idea de qué tienes que hacer ni cómo es un ejercicio maravilloso porque te hace más sensible a las dificultades ajenas y más tolerante a todo. Te ayuda a ayudar mejor y a ser más comprensivo. Te das cuenta de que cualquiera, por experimentado que sea en algo, puede ser como un niño pequeño fuera de su ámbito de control. Sentirlo uno mismo es una forma de crecimiento personal muy potente.

Los cambios son esporas empoderadoras que llevan el código completo del premio de la evolución personal. Es muy gratificante sentir cómo poco a poco se va aprendiendo y masterizando una nueva destreza. Es una fuente de bienestar y poder. Ese poder del nuevo aprendizaje mezclado con la humildad de haber pasado la inseguridad inicial es la receta perfecta para hacer de uno alguien grande, válido, eficiente y responsable, pero también generoso, sensible, altruista y cercano. Un humilde poderoso es lo que quiero llegar a ser

Me cuido mucho de no confundir lo que hago con lo que soy. Lo que hago puede ser cualquier cosa, lo que soy es potencialidad pura. Este axioma espiritual, por así llamarlo, es el motor de mi forma de mirar y actuar, y aunque puede llevarme a destruir consolidados y respetados personajes que yo mismo he creado, y a pesar de que pueda desterrarme a habitar lugares y realizar desempeños aparentemente decadentes, volver al punto 0, re-inventarme y re-crearme es algo casi adictivo. Algún día quizás hacer algo nuevo para mí sea no hacer nada nuevo. También quiero estar abierto a eso.

Sea como fuere, seguir el propio instinto con un poquito de precaución (¡ojo!, he dicho precaución, no miedo) es siempre un buen consejo. El mío, si me atreviera a dar uno, sería ir adelante acometiendo las novedades con determinación e humildad (no son excluyentes). Si además tienes quien te apoye y te quiera, eso que ganas. Si no lo tienes, búscalo dentro, eso que ganas. En cualquier caso, cuando decices tú o dejas que algo institivo se decida a través de ti es imposible errar porque acertarás incluso en tus errores. 

No temo a la muerte, temo que llegue y no sepa decirle qué he hecho con mi vida

lunes, 16 de mayo de 2022

La respuesta es...

 

La pregunta no es si hay vida después de la muerte, sino si la hay antes. 

La pregunta no es si trabajas de lo tuyo, sino si eres tú cuando trabajas. 

La pregunta no es qué has hecho, ni cómo, ni por qué, sino si estabas en paz cuando lo hacías. 

La pregunta no es qué es eso o quién es ese, sino si eso o ese es distinto de lo que yo soy. 

Y la respuesta -amigo con dudas- la respuesta no es una respuesta sino un disolvente de preguntas. 

jueves, 12 de mayo de 2022

Toma pan y moja


Cuando leo a Ortega me emociono. Sus reflexiones y la manera de exponerlas son paisajes hechos con palabras. Tienen la luz de un amanecer y huelen siempre a hierba recién cortada. Lo que dice se puede respirar hondamente, y le faltan a uno pulmones para llenarse de tanto aire fresco. Cuando lo espiro siento unas ganas enormes de escribir -lo que sea- pero al vaciarme de su lectura me encuentro también tan pequeño, tan diminuto, que casi me da vergüenza y me parece una mezquindad tocar las letras después de él, así que me deleito en su grandeza, cuelgo mi lápiz y le releo, como quien apaña con ávidas untadas de pan los últimos resquicios de un plato empapado de ambrosía; y cuanto más unto, más disfruto y más hambre tengo.

Aquí dejo unos huevos fritos con pan para que cada uno unte a su gusto:

“Quien siente menos apetitos vitales y percibe la existencia como una angustia omnímoda, según suele acaecer al hombre moderno, supedita todo a no perder la vida. Por otra parte, el valor supremo de la vida (como el valor de la moneda consiste en gastarla) está en perderla a tiempo y con gracia”.

“La vida en su última sustancia consiste en tener que ser dedicada a algo, no en ocuparse de esto o de lo otro dentro de la vida. Es decir, no en meter en la vida algo que se considera valioso, sino en tomar en vilo nuestra existencia entera y dedicarla a algo. En suma, darla, enajenarla, entregarla; entonces será verdaderamente tuya”.

“Hay un primer plano de realidades el cual se impone a mí de una manera violenta: son los colores, los sonidos, el placer y el dolor sensibles. Ante él mi situación es pasiva. Pero erigidos los unos sobre los otros hay nuevos planos de realidad cada vez más profundos, más sugestivos, que esperan ascendamos a ellos, que penetremos hasta ellos. Pero estas realidades superiores, para hacerse patentes ponen una condición: que queramos su existencia y nos esforcemos hacia ellas. La ciencia, el arte, la justicia, la cortesía, la religión son órbitas de la realidad que no invaden bárbaramente nuestra persona como hacen el hambre o el frío; sólo existen para quien tiene voluntad de ellas; requieren un ver activo.

Si no hubiera más que ver pasivo quedaría el mundo reducido a un caos de puntos luminosos. Pero hay sobre el pasivo ver un ver activo, que interpreta viendo y ve interpretando: un ver que es mirar. Platón supo hallar para estas visiones que son miradas una palabra divina: las llamó ideas. Pues bien, la tercera dimensión de la naranja no es más que una idea, y Dios es la última dimensión de la campiña”.

“Es un error creer que el aspecto más verídico de una cosa sea el que ella ofrece sometida a una visión muy próxima. Ver bien una piedra es mantenerla a tan corta distancia de nuestro ojos que percibamos los poros de su materia. Pero ver bien una catedral no es mirarla a la misma distancia que una piedra. Para ver bien una catedral hemos de renunciar a ver los poros de sus sillares y alejarnos de ella debidamente”.

Y de postre, al hilo de este último párrafo, una sentencia de Nietzsche

“Demasiado primer plano hay en todos los hombres, ¡qué tienen que hacer allí los ojos que ven lejos, que buscan lejanías!". 

¡Buen provecho!

- Escrito el 5 de noviembre de 2014 -

sábado, 7 de mayo de 2022

Las llaves de allí

A continuación algunas leyes caóticas que están dadas por irrebatibles y lógicas en este mundo y que se aceptan con naturalidad como norma (no esperes estar en desacuerdo con nada de lo que voy a decir):

  • La verdad es distinta para cada uno. No existe una Verdad absoluta.
  • Se puede utilizar la violencia para terminar con la violencia.
  • Lo que cuenta es lo que haces, no lo que te llevó a hacerlo. 
  • Cada uno tiene pensamientos diferentes y únicos.
  • La sabiduría nada tiene que ver con el estado anímico. 
  • El éxito está ahí fuera, y hay que conquistarlo. 
  • El sacrificio es la clave del éxito.
  • Perdonar es algo que hace alguien que es bueno con alguien que no lo ha sido.
  • Se puede amar a unos y odiar a otros.
  • Cuando doy algo me quedo sin ello. 
  • Es posible que para ser libre tenga que encadenar a otros.

El sistema de pensamiento humano está perfectamente diseñado para no funcionar, y en su disfunción es perfecto. Y así nos va y nos seguirá yendo. De aquí no se sale con las llaves de aquí

miércoles, 4 de mayo de 2022

Más trinos del pájaro transparente

  • Yo he visto la eternidad y la infinitud, pero tenía los ojos cerrados entonces y tengo la lengua atada ahora.
  • Nacer es el acto más autodestructivo que un ser espiritual puede hacer. De hecho, es tan autodestructivo que es imposible hacerlo, solo puede soñarse que se hace.
  • La función de los sueños es que permanezcas dormido.
  • Solo cuando te despiertas te das cuenta de que estabas durmiendo.
  • El mundo material es el reflejo del mundo real, esencialmente inmaterial. Intentar cambiar el mundo de “ahí fuera” es como intentar cambiar la imagen de un espejo actuando sobre el espejo.
  • Lo de que no hay tiempo no es una broma, ni una manera de hablar, ni una forma de optimismo para animar a la gente a tener paciencia. Lo de que no hay tiempo es literal, como literal y paradójico es que tengamos que esperar para darnos cuenta.

jueves, 28 de abril de 2022

Tres complejidades en tres palabras

Nunca nada pasó en el pasado, pasó en el presente, y nunca nada pasará en el futuro, pasará en el presente; el presente es lo único que hay. ¡Hónralo! En tres palabras: “Que hoy mole”.

Cuando dejas de creer en lo que piensas te das cuenta de que pensar es algo que sucede en ti, no algo que tú eres, y por tanto te separas de ello y encuentras otra dimensión de tu existencia que ha trascendido el pensamiento y que te conduce a la libertad. En tres palabras: “Pasa de ti”.

Posesiones, trabajo, estatus social, reconocimiento, conocimiento, formación, apariencia física, habilidades, relaciones personales y familiares, historia, logros, expectativas, pensamientos, emociones, sistema de creencias políticas, de género, nacionalistas, raciales, religiosas, y cualquier otro tipo de identificación externa y/o colectiva… en tres palabras, todo eso “no eres tú”.


sábado, 23 de abril de 2022

Dar un paso hacia ti mismo

La mayoría de las células de los organismos que mueren por enfermedad están sanas, y sin embargo el organismo muere por enfermedad. Creo que algo así pasa con la humanidad si se la mira como a un organismo, no como a una suma de seres humanos. El hecho es que Giordano Bruno ardió en la hoguera por decir algo y que la bomba atómica se lanzó porque alguien lo dijo. Aquel fuego no se ha apagado todavía y la última bomba aún está por ser lanzada.

Parece imposible imaginarse no esperar nada porque nuestro sistema de pensamiento está basado en la carencia, siempre falta algo. Intentar pensar en no esperar nada es ya un fracaso en sí porque incluso esperar no esperar nada es esperar algo. Algo me dice, sin embargo, que no es imposible, pero ese algo me dice también que no se trata de encontrar una técnica nueva en este sistema viejo. De aquí no se sale con las llaves de aquí.

Un axioma comúnmente aceptado es que esto que llamamos vida es tal. Pensar que hay que tener hijos para que la vida siga es pensar que la vida es una variable cuantificable y que hay más vida cuantos más seres vivos haya. Como es lógico, implica también que el hecho de que no haya seres vivos quiere decir que no hay vida. Entiendo esos términos, pero no es a esa vida que muere a la que estoy intentando apuntar.

Poner este axioma en duda casi siempre suele llevar al final del debate incluso antes de haberlo comenzado porque su consideración es muy incómoda. Requiere un profundo esfuerzo que se parece a una especie de suicidio mental. No se trata de considerar si es una vida digna, justa, bien llevada, provechosa o con sentido, sino en considerar si es vida de verdad.

Entiendo la locura que rezuma lo que digo, y entiendo también que querer dar un paso hacia uno mismo -cosa evidentemente imposible porque uno no puede dar un paso hacia sí mismo dado que ya es uno mismo- se vea como un planteamiento absurdo desde el punto de vista de poner un pie delante de otro dirigiéndose hacia algún sitio, pero que todo esto sea una alucinación y que dar un paso hacia uno mismo sin utilizar los pies sí sea posible no es nuevo ni demente.

viernes, 22 de abril de 2022

Expectativas asesinas

Hechos: 

Primero: Giordano Bruno fue un astrónomo del siglo XVI que acabó quemado en una hoguera por decir que el Sol era una estrella. 

Segundo: La bomba atómica, que técnicamente es un ejemplo sublime de inteligencia racional, mató a más de doscientas mil personas el 6 de agosto de 1945, lo cual es un ejemplo igualmente sublime de disfunción mental.

Si analizamos la historia del ser humano desde un punto de vista psicológico podríamos con toda tranquilidad decir que presenta un cuadro psicótico severo de deformación de la realidad con acentuada tendencia a la violencia. En fin, un ser loco, peligrosamente inteligente y muy violento. Hay sin embargo en la RAE una acepción del término humano que reza así: Comprensivo, sensible a los infortunios ajenos. En fin, la única forma de maridar tan opuestos puntos de vista es la esquizofrenia, así que empezamos en la locura y terminamos en ella. Teniendo esto en cuenta yo me pregunto: ¿nos podemos fiar de nuestros propios axiomas sobre la vida con lo esquizofrénicos que estamos?

Hay un axioma en concreto tan comúnmente aceptado que creo que cuando lo superemos nos llamará tanto la atención haber estado sometidos a él como nos la llama ahora que alguien fuera quemado por decir que el Sol es una estrella. Se trata del axioma de las expectativas. En la vida hay que tener expectativas, hay que hacer algo para algo. ¿Cómo vamos a vivir sin expectativas? Eso va contra natura. Nos parece poco menos que una falta de respeto a la vida no tenerlas. No esperar nada de la vida es como no querer desenvolver un regalo, como poner mala cara a una comida cocinada con cariño. ¿Qué tipo de vida es la vida sin expectativas? Así vemos las cosas ahora.

Con la misma claridad con la que sabemos hoy que el Sol es una estrella y que no es él el que gira alrededor de nosotros sino al revés, sabremos también un día -aunque sólo lo sabrán los que quieran saber, claro- que la vida sin expectativas es vida de verdad, en estado puro, y que las expectativas no sirven para vivir, sino para que nos desvivamos. ¿Qué sentido tiene querer algo que no se tiene? -diremos algún día con toda naturalidad.

La vida es un curioso fenómeno que se enuncia en forma pasiva. Cuando llegamos, ella ya está ahí, es decir, que cada uno de nosotros al nacer se incorpora a un proceso que ya está en marcha -el proceso vital- que consiste en que ella se expresa a través de nosotros. La vida como sujeto agente nos utiliza para decir algo. Somos, pues, vividos por la vida. 

Debería vivirse siendo escuchada, dejándose llevar en un baile en el que ella marca los pasos. Ella es el bailarín, tú eres el baile. Es la consecuencia de algo, así que no tiene que hacer nada para completarse, precisamente porque ella es el fin en sí. Cuando uno baila se mueve, pero no se mueve con el objetivo de llegar a otro sitio, sino que el movimiento en sí es la esencia del baile. No se trata, pues, de un ser para, sino de un ser, sin más.

Si te preocupa la idea de progreso párate a preguntarte qué entiendes por progreso. Probablemente te des cuenta de que lo has confundido con tecnología, pero la tecnología no es progreso, es sólo algo que acelera el paso, y también lo acelera si se va hacia atrás. La tecnología bien puede ser -y en muchos casos evidentemente es- un catalizador positivo de la estupidez y la destrucción.

Vivir es escuchar a la vida, y vivir con plenitud consiste en no pedirle nada, precisamente porque es imposible pedir algo mientras se está escuchando, de la misma manera que es imposible espirar mientras se inspira.  

- Escrito el 11 de septiembre de 2017 - 

miércoles, 20 de abril de 2022

¿Aciertas?

Está claro que si quieres acertar y te equivocas, entonces te equivocas, y punto. 

Pero ¿qué pasa si intentas equivocarte y te equivocas? ¿Aciertas entonces? ¿Y si intentas equivocarte y aciertas? ¿Te aciertivocas?, ¿equivociertas?  

Desde luego, parece mucho más amplio el horizonte de intentar equivocarse que el de intentar acertar. A ver si es que todo este tiempo me he estado equivocando intentando acertar... 

Garabatos


Aprender una lengua es pasar de garabatos y ruidos que no se entienden a palabras y mensajes comprensibles.

Aprender a vivir es algo que va más o menos al revés, es pasar de creer que se tienen las ideas claras a darse cuenta de que casi todas las que se tienen no son más que ruidos que garabatean y oscurecen el verdadero entendimiento.

martes, 19 de abril de 2022

Ayahuasca-mente

 

Si hubiera un adverbio para esta planta, sería ayahuascamente, y si un adjetivo, ayahuásquico. 

Si se pudiera poner por escrito ayahuascamente un mensaje ayahuásquico sobre lo que esta medicina cuenta cuando uno se sienta a escucharla se escribirían textos que describirían cómo las propias letras de la palabra ayahuasca dejarían de ser letras y pasarían a ser trazos que unidos entre sí -el trazo de la “a” estirado conectando con la “y”, y este con la otra “a”, y luego la “h”, y así sucesivamente- acabarían formando una liana delineada que contendría la palabra pero sin ser ya la palabra sino una especie de enredadera que se cerraría sobre sí misma formando una circunferencia perfecta cuyo perímetro se dividiría por su diámetro y nos mostraría a π saliendo desnuda de la ducha con un infinito collar de decimales a cada uno de los cuales podríamos mirar directamente a la pupila no para obtener respuestas sino para disolver preguntas, y después de sentarnos al borde de nuestros propios ojos para ver las imágenes entrar llegaría una sequía de tiempo en la que los períodos pequeños se agrietarían y los grandes rozarían entre sí como fallas tectónicas destruyendo la corteza del vacío. Y veríamos las arrugas en la frente de nuestros propios secretos, esos que lo son tanto que incluso cuando se cuentan siguen siendo secretos.

Pero todo esto se escribiría si se pudiera poner por escrito lo que la ayahuasca cuenta cuando uno se sienta a escucharla. Como no se puede poner por escrito, nada de todo esto es posible que se escriba y menos que se entienda porque

la ayahuasca habla un idioma de frontera.

Crece entre la eternidad y el tiempo,

entre el todo y la partícula,

entre el Uno y el baile de infinitas formas.


Donde los contrarios dialogan

Es donde sueña la Verdad.


 El sueño de esta planta no está en ningún sitio

porque es al mismo tiempo 

átomo eterno

y momento en el universo. 

Cuatro ollas con alas y una evidencia

He aquí cuatro idas de olla

- Solo hay una cosa más absurda que juzgar, odiar o enamorarse de la imagen de un espejo, y es creer que ese juicio, odio o amor son reales. 

- Si naciera un perro con el instinto de temer y ladrarle a lo conocido y no al revés, justo con el primer ladrido se abriría un agujero de gusano entre su hocico y el párpado de Adán despertándose del profundo sueño en el que quedó sumido después de creer que había perdido el Paraíso. 

- Este mundo es un susto que estamos teniendo, y de las "efes" del ¡ufffffff! que espiraremos con alivio al darnos cuenta de que no hay nada que temer colgarán como cortinas transparentes los amores que piden cosas y los tiempos de espera disecados. 

- Si le preguntaras a un proyector de cine de dónde saca lo que proyecta fuera te respondería que él lo único que sabe de la película es lo que ve en la pantalla. 

Y he aquí una evidencia

- Joe Biden tiene dificultades cognitivas. 


sábado, 16 de abril de 2022

Insania tecnificada

La locura también se puede clasificar e incluso tecnificar y mesurar. He aquí tres tipos de locura con su correspondiente nombre técnico:

Tipo I: Extirpación parcial o total del clítoris y/o del prepucio. A esto se le llama clitoridectomía.

Tipo II: Extirpación parcial o total del clítoris y los labios menores, con o sin extirpación de los labios mayores. A esto se le conoce como excisión.

Tipo III: Ablación del clítoris y de los labios menores con sutura de los labios mayores para estrechar el orificio vaginal. En este caso se habla de infibulación.

Bueno, pues resulta que en Malí el 90% de las mujeres de entre 15 y 45 años han pasado por alguno de estos tres formatos de tortura, ¡el 90%! Pero sin duda lo más asombroso son los motivos por los que esto se hace. Hay varios, y todos moverían a la risa y parecerían una broma si no fuera porque la cosa es para llorar y muy seria.

Se habla de un aumento de la fertilidad y del poder malévolo del clítoris, de órganos sucios y feos, de patrimonio cultural e integración social, de preservación de la castidad y la fidelidad durante el matrimonio e incluso se fortalece con ser algo recomendado religiosamente.

Viniendo como viene la práctica envuelta en misticismo, higiene y estética, patrimonio cultural e integración social, psicosexualidad y religión puede uno hacerse una idea de lo complicado que es erradicar una aberración como esta. Está totalmente embebido en la psique de estas comunidades. Más que de un ejercicio de erradicación se trata de uno de decantación.

¿Cómo se apostata de ser humano? Por mi parte solicito un pasaporte de gusano o de espora estéril.

He aquí nuestra paradoja existencial: no hay nada más inhumano que lo humano

viernes, 15 de abril de 2022

Bamako-sopapo

Los primeros días en Bamako son un sopapo de extranjería y una pregunta árida a la pupila: ¿qué has venido a hacer aquí, tubabu? Si llegas en marzo el sopapo es de calor-martillo-desierto-urbano, y si en julio de lluvia-barro y alcantarilla. Practica con el visitante la sodomía logística: es complicado y caro ir a cualquier sitio y es imposible quedarse donde uno está. El tráfico es demencial, atroz y esquizofrénico, la circulación cambia de sentido sin sentido, la luz no se corta casi nunca porque casi nunca está para poder cortarse y el agua se va cuando te acabas de echar el champú. 

Aquí viven unos pocos negros sin blanca y muchos blancos con motivaciones oscuras que ni ellos mismos conocen. Todavía no sé qué hacen tantísimas ONG, pero en los sótanos de los barrios altos de la cooperación se dice en petit comité que esto es cosa de conveniencia, no de altruismo. Coopero contigo para que te quedes donde estás; toma alpiste y no molestes más. 

Bamako es ahora la habitación del pánico del Sahel: tiros en Sikasso, evitar la zona. Obus en Tombouctou, evitar la zona. Asalto en Gao, evitar la zona. Ataque en Mopti, evitar la zona. Masacre en Moura, evitar la zona... y así todos los días, Ramadán mediante; la hora de la oración, tiempo de munición. No se puede salir de Bamako porque fuera hay una guerra sin nombre, y quedarse es pelearse contra tu nadie. Una ciudad archicara en un país infrapobre. Un lugar sin futuro porque la calavera del tiempo se vende en los mercados de vudú. ¿Para qué es esa cabeza de mono?, ¿para dar gusto a la sopa?

Y mientras tanto, polvo de carretera, francés con arena, zumo de sudor y piscinas para blancos. El sinsentido de este lugar y su hostilidad son gasolina para mi curiosidad. Mali, país embargado con una capital que embarga. ¡Cuéntame, Bamako!, ¿por qué me quieres con tanta prisa envejecer?, ¿qué me quieres decir?, no me maltratarías si no tuvieras algo para mí.

lunes, 11 de abril de 2022

La esencia del acto

 


Pegarle un tiro a un caballo puede ser un acto de violencia o de compasión (si es que el caballo está sufriendo). En cualquier caso, es pegarle un tiro a un caballo. La esencia del acto no está en el acto en sí, sino en su motivación.

Lo que una persona haga o deje de hacer tiene su esencia no en lo que haga o deje de hacer, sino en lo que le lleva a hacerlo o a dejar de hacerlo. 

Si son tus ganas de transcender y de ser visto como un prócer ante el mundo lo que te mueve, entonces lo que hagas (sea lo que sea) estará impregnado de egoismo, y tu acción, aunque pueda parecer heróica y altruista, será esencialmente egoista. Sin embargo, si lo que haces lo haces desde la entrega, la valentía y el servicio, entonces tu acción quedará igualmente impregnada de esos valores. No es qué se hace, sino por qué, inspirado en qué o movido por qué lo que importa en el acto. 

Teresa de Calcuta decía: "I prefer you to make mistakes in kindness rather than work miracles in unkindness".

"¡Bien hecho!", por tanto, pasa a ser una expresión muy superficial. "¡Bien pensado!", es mucho más potente, esencial y fiable, entre otras cosas porque no hay pensamientos neutros y no hay ningún pensamiento que no se manifieste en forma de una manera o de otra. 

Pensar algo feo es como tirarse un pedo, no se ve pero se acaba oliendo. Y hablar mal de alguien es vomitar hacia dentro