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No tenía fuerzas para rendirme, así que decidí emprender activamente una búsqueda eidética, es decir, de lo esencial. Pensé que el cambio que afrontaba merecía un decorado literario, y de ahí el blog. En él reflejo pensamientos, reflexiones y emociones que he vivido durante mi estancia en Tanzania enseñando inglés y suajili a niños de preescolar en un colegio rural de la organización Born To Learn, en India como profesor de francés para la Professional School of Foreign Languages de la Fundación Vicente Ferrer, y actualmente en Malí cooperando con CONEMUND en proyectos de seguridad alimentaria y equidad de género. Mi objetivo cabe en una palabra: Compartir.

viernes, 27 de mayo de 2022

Divide y sufrirás

Hoy he leído estas dos frases en la prensa, ambas en el mismo medio y separadas por un par de noticias entre medias: 

Una decía: 

"La crisis alimentaria que se avecina, y que ya está presente en algunos países africanos, tendrá proporciones gigantescas y terribles consecuencias humanitarias".

Y la otra dice:

"Por primera vez en la historia de la humanidad, el exceso de alimentos es más peligroso que su falta".

¿Están hablando ambas del mismo mundo?, ¿en serio?

Está claro que el que afirmaba la primera vive en el mundo de la segunda, y que todos los que viven en el mundo de la segunda nunca entenderán, se preocuparán ni harán nada verdaderamente comprometido para evitar la primera. 

Hasta que ambos mundos se fundan, claro, y todos despiertimueran del susto. 

miércoles, 25 de mayo de 2022

Frases ansintóticas

Las asíntotas son rectas que se aproximan cada vez más a algo pero no llegan nunca a tocarlo. Son la forma de acariciar que tiene el infinito, viento que despeina neuronas y numen de frases como estas: 

  • Paciencia infinita produce resultados inmediatos.
  • La eternidad no es tiempo infinito, es ausencia de tiempo, y en un lugar donde no hay tiempo nunca puede pasar nada. Y no, tampoco es posible aburrirse.
  • Amor infinito implica libertad infinita. Estás utilizando tu libertad para equivocarte creyendo que este mundo de miserias es real. Paradójicamente para tu entendimiento, eso parece estar pasando porque eres infinitamente amado. Cuando le pierdas el miedo al Amor lo entenderás. 
  • Si el espacio es infinito no puede haber ningún lugar porque el infinito no se puede limitar y todo lugar es una limitación del espacio. 
Decía Krishnamurti que la Verdad es un terreno sin senderos. Por eso cuando el lenguaje se acerca a Ella pierde su solidez, se contradice y es incapaz de apuntar a nada, incapaz de marcar un sendero. La Verdad es inefable, así que todo lo que has dicho hasta ahora es mentira. 

viernes, 20 de mayo de 2022

Humilde poderoso

 

En un mundo como este en el que todo se está permanentemente moviendo -y cuando digo todo me refiero a todo, desde la materia hasta las ideas y las circunstancias- una actitud de estaticismo y búsqueda de la seguridad esperando que nada cambie es una estrategia que por razones obvias suele fracasar y dar lugar a bastantes pesares. 

Hasta la catedral de Burgos dejará de existir algún día, así que hay que adaptarse a los cambios cambiando. Por otra parte, cuando escucho eso tan manido de “yo ya soy muy mayor para cambiar” siento una especie de... pena. Mi objetivo, por el contrario, es transitar por una vejez en la que me haya convertido en bambú; no hay planta más flexible y resiliente que esa. Aspiro a no aspirar nada, pero si a algo es sería a estar abierto a todo y a no tener ninguna idea fija. Al revés de lo que se considera habitual. Sé que es ir contra corriente, pero a estas alturas los salmones también tienen licencia para remontar.

Esto no quiere decir que crea que haya que ser culo de mal asiento por definición, pero sí creo que es bueno estar abierto a que las cosas no sean como se esperaba o sencillamente a no esperar nada de las cosas y tomar lo que la vida te va dando. Así viene, así conviene. 

En cada una de las transiciones profesionales por las que he pasado durante esta última década de mi vida ha habido además una migración física en la que el escenario mutaba también: cambiaban el idioma, el lugar, el clima, la gastronomía, las costumbres, las ideas, mis funciones y lo que se esperaba de mí. Siempre he sentido la inseguridad que generan estas decisiones, pero no ha sido una inseguridad económica -porque de una manera o de otra siempre he acabado teniendo lo necesario, y en mi caso es sencillo porque al no tener hijos (que yo sepa) el denominador es 1 y salen las cuentas bastante fácilmente- sino que ha sido más bien una inseguridad egóica. 

Pasar de ser el “puto amo” en algo a ser Don Nadie y prácticamente no tener ni idea de qué tienes que hacer ni cómo es un ejercicio maravilloso porque te hace más sensible a las dificultades ajenas y más tolerante a todo. Te ayuda a ayudar mejor y a ser más comprensivo. Te das cuenta de que cualquiera, por experimentado que sea en algo, puede ser como un niño pequeño fuera de su ámbito de control. Sentirlo uno mismo es una forma de crecimiento personal muy potente.

Los cambios son esporas empoderadoras que llevan el código completo del premio de la evolución personal. Es muy gratificante sentir cómo poco a poco se va aprendiendo y masterizando una nueva destreza. Es una fuente de bienestar y poder. Ese poder del nuevo aprendizaje mezclado con la humildad de haber pasado la inseguridad inicial es la receta perfecta para hacer de uno alguien grande, válido, eficiente y responsable, pero también generoso, sensible, altruista y cercano. Un humilde poderoso es lo que quiero llegar a ser

Me cuido mucho de no confundir lo que hago con lo que soy. Lo que hago puede ser cualquier cosa, lo que soy es potencialidad pura. Este axioma espiritual, por así llamarlo, es el motor de mi forma de mirar y actuar, y aunque puede llevarme a destruir consolidados y respetados personajes que yo mismo he creado, y a pesar de que pueda desterrarme a habitar lugares y realizar desempeños aparentemente decadentes, volver al punto 0, re-inventarme y re-crearme es algo casi adictivo. Algún día quizás hacer algo nuevo para mí sea no hacer nada nuevo. También quiero estar abierto a eso.

Sea como fuere, seguir el propio instinto con un poquito de precaución (¡ojo!, he dicho precaución, no miedo) es siempre un buen consejo. El mío, si me atreviera a dar uno, sería ir adelante acometiendo las novedades con determinación e humildad (no son excluyentes). Si además tienes quien te apoye y te quiera, eso que ganas. Si no lo tienes, búscalo dentro, eso que ganas. En cualquier caso, cuando decices tú o dejas que algo institivo se decida a través de ti es imposible errar porque acertarás incluso en tus errores. 

No temo a la muerte, temo que llegue y no sepa decirle qué he hecho con mi vida

lunes, 16 de mayo de 2022

La respuesta es...

 

La pregunta no es si hay vida después de la muerte, sino si la hay antes. 

La pregunta no es si trabajas de lo tuyo, sino si eres tú cuando trabajas. 

La pregunta no es qué has hecho, ni cómo, ni por qué, sino si estabas en paz cuando lo hacías. 

La pregunta no es qué es eso o quién es ese, sino si eso o ese es distinto de lo que yo soy. 

Y la respuesta -amigo con dudas- la respuesta no es una respuesta sino un disolvente de preguntas. 

jueves, 12 de mayo de 2022

Toma pan y moja


Cuando leo a Ortega me emociono. Sus reflexiones y la manera de exponerlas son paisajes hechos con palabras. Tienen la luz de un amanecer y huelen siempre a hierba recién cortada. Lo que dice se puede respirar hondamente, y le faltan a uno pulmones para llenarse de tanto aire fresco. Cuando lo espiro siento unas ganas enormes de escribir -lo que sea- pero al vaciarme de su lectura me encuentro también tan pequeño, tan diminuto, que casi me da vergüenza y me parece una mezquindad tocar las letras después de él, así que me deleito en su grandeza, cuelgo mi lápiz y le releo, como quien apaña con ávidas untadas de pan los últimos resquicios de un plato empapado de ambrosía; y cuanto más unto, más disfruto y más hambre tengo.

Aquí dejo unos huevos fritos con pan para que cada uno unte a su gusto:

“Quien siente menos apetitos vitales y percibe la existencia como una angustia omnímoda, según suele acaecer al hombre moderno, supedita todo a no perder la vida. Por otra parte, el valor supremo de la vida (como el valor de la moneda consiste en gastarla) está en perderla a tiempo y con gracia”.

“La vida en su última sustancia consiste en tener que ser dedicada a algo, no en ocuparse de esto o de lo otro dentro de la vida. Es decir, no en meter en la vida algo que se considera valioso, sino en tomar en vilo nuestra existencia entera y dedicarla a algo. En suma, darla, enajenarla, entregarla; entonces será verdaderamente tuya”.

“Hay un primer plano de realidades el cual se impone a mí de una manera violenta: son los colores, los sonidos, el placer y el dolor sensibles. Ante él mi situación es pasiva. Pero erigidos los unos sobre los otros hay nuevos planos de realidad cada vez más profundos, más sugestivos, que esperan ascendamos a ellos, que penetremos hasta ellos. Pero estas realidades superiores, para hacerse patentes ponen una condición: que queramos su existencia y nos esforcemos hacia ellas. La ciencia, el arte, la justicia, la cortesía, la religión son órbitas de la realidad que no invaden bárbaramente nuestra persona como hacen el hambre o el frío; sólo existen para quien tiene voluntad de ellas; requieren un ver activo.

Si no hubiera más que ver pasivo quedaría el mundo reducido a un caos de puntos luminosos. Pero hay sobre el pasivo ver un ver activo, que interpreta viendo y ve interpretando: un ver que es mirar. Platón supo hallar para estas visiones que son miradas una palabra divina: las llamó ideas. Pues bien, la tercera dimensión de la naranja no es más que una idea, y Dios es la última dimensión de la campiña”.

“Es un error creer que el aspecto más verídico de una cosa sea el que ella ofrece sometida a una visión muy próxima. Ver bien una piedra es mantenerla a tan corta distancia de nuestro ojos que percibamos los poros de su materia. Pero ver bien una catedral no es mirarla a la misma distancia que una piedra. Para ver bien una catedral hemos de renunciar a ver los poros de sus sillares y alejarnos de ella debidamente”.

Y de postre, al hilo de este último párrafo, una sentencia de Nietzsche

“Demasiado primer plano hay en todos los hombres, ¡qué tienen que hacer allí los ojos que ven lejos, que buscan lejanías!". 

¡Buen provecho!

- Escrito el 5 de noviembre de 2014 -

sábado, 7 de mayo de 2022

Las llaves de allí

A continuación algunas leyes caóticas que están dadas por irrebatibles y lógicas en este mundo y que se aceptan con naturalidad como norma (no esperes estar en desacuerdo con nada de lo que voy a decir):

  • La verdad es distinta para cada uno. No existe una Verdad absoluta.
  • Se puede utilizar la violencia para terminar con la violencia.
  • Lo que cuenta es lo que haces, no lo que te llevó a hacerlo. 
  • Cada uno tiene pensamientos diferentes y únicos.
  • La sabiduría nada tiene que ver con el estado anímico. 
  • El éxito está ahí fuera, y hay que conquistarlo. 
  • El sacrificio es la clave del éxito.
  • Perdonar es algo que hace alguien que es bueno con alguien que no lo ha sido.
  • Se puede amar a unos y odiar a otros.
  • Cuando doy algo me quedo sin ello. 
  • Es posible que para ser libre tenga que encadenar a otros.

El sistema de pensamiento humano está perfectamente diseñado para no funcionar, y en su disfunción es perfecto. Y así nos va y nos seguirá yendo. De aquí no se sale con las llaves de aquí

miércoles, 4 de mayo de 2022

Más trinos del pájaro transparente

  • Yo he visto la eternidad y la infinitud, pero tenía los ojos cerrados entonces y tengo la lengua atada ahora.
  • Nacer es el acto más autodestructivo que un ser espiritual puede hacer. De hecho, es tan autodestructivo que es imposible hacerlo, solo puede soñarse que se hace.
  • La función de los sueños es que permanezcas dormido.
  • Solo cuando te despiertas te das cuenta de que estabas durmiendo.
  • El mundo material es el reflejo del mundo real, esencialmente inmaterial. Intentar cambiar el mundo de “ahí fuera” es como intentar cambiar la imagen de un espejo actuando sobre el espejo.
  • Lo de que no hay tiempo no es una broma, ni una manera de hablar, ni una forma de optimismo para animar a la gente a tener paciencia. Lo de que no hay tiempo es literal, como literal y paradójico es que tengamos que esperar para darnos cuenta.