En lo visible está el uso, en lo invisible la función; ¿por
qué sólo vemos lo visible?
De todas las estrellas que hay, ¿cuál miras cuando aparece
una fugaz?
¿Hacia dónde va la vista en un mosaico en el que falta una
pieza?
¿Por qué el agujero, sin ser nada –siendo literalmente un “no ser”- conquista todas las retinas?
¿Es menos agua la de un estanque que la de una cascada?
¿Por qué bebo de la primera pero admiro la segunda?
¿Por qué me rindo ante las bellezas que alegran la vista y me peleo
con las que de verdad rinden la voluntad y satisfacen la necesidad?
Deseamos que nos vean como estrellas fugaces, piezas que se rebelan contra su mosaico, valientes temerarios y agua que vuela, pero necesitamos beber
en una orilla tranquila, valentía con licencia para cobardear y un cielo
cosido de estrellas fijas para podernos orientar.
PS: A continuación dejo un enlace al blog de un amigo que ha venido a verme unos días a Tanzania:
http://periodismoescueto.wordpress.com/2014/09/27/cosas-que-hacer-en-tanzania/