Si la vida fuese eterna no tendría ningún mérito nada.
Cualquiera podría decir que en el futuro sería como el mejor de los mejores en
la disciplina que fuera, y diría verdad, porque si el tiempo es infinito,
entonces necesariamente uno pasaría por ser el mejor y el peor en todo, y esto
no es una opinión sino una realidad de la matemática estadística: Si se tira
una moneda al aire infinitas veces saldrán tantas caras como cruces. Por la misma teoría, si viviéramos eternamente todos seríamos alguna vez Ghandi y Hitler, y
Santa Teresa de Calcuta y Leopoldo II de Bélgica, y Jesucristo, y un mendigo
borracho y Rockefeller, y hasta algún don nadie. Y todo ello sin dejar de ser
una sola persona, porque en cada hombre están todos los hombres, y porque
potencialmente cada uno de nosotros puede ser cualquier cosa.
Pero afortunadamente el tiempo vital no es infinito y el juego consiste por tanto en ser alguien mientras dura la aventura:
¿Quién quieres ser?
¿Por qué no empiezas ahora a trabajar en ello?
¿Qué hay más importante que ser quien quieres ser?
¿Con qué infraproyecto te están engañando para que creas que
el de ser tú mismo se puede postponer o ignorar?
¿Eres un cobarde o simplemente eres tonto?
La vida es terrible porque es finita pero es maravillosa por la misma razón. Tiene el irresistible atractivo del que acaba de llegar y del
que se está yendo. Así también, el Hombre es un ser extraordinario por su
potencial pero despreciable por su conformismo.
¡Humano, estás condenado a vivir! ¡Escupe de una vez tus ridículos
miedos y deja de atragantarte de cobardía. La vida del más allá es una patraña
precocinada para dar validez a un pagaré de felicidad que en realidad nunca cobrarás!
Si no te atreves a ser o si te has puesto la corbata del
don nadie y te ves elegante, deberías ser polvo inerte. La moneda que cae de
canto es que no quiere jugar. Sal de ti al universo y no te escondas más porque toda verdad silenciada se vuelve venenosa; ¿por qué no cuentas la tuya ya?
Siendo en acto lo que quieres ser y considerandote feliz de manera plena. ¿por que a veces nuestro cerebro durante nuestro tiempo vital nos quiere conducir a otros devenires que no nos satisfecen en necesidad? Curiosa simultud con el destino bífido de cada ser al más estilo espada-escudo.
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