Mi foto
No tenía fuerzas para rendirme, así que decidí emprender activamente una búsqueda eidética, es decir, de lo esencial. Pensé que el cambio que afrontaba merecía un decorado literario, y de ahí el blog. En él reflejo pensamientos, reflexiones y emociones que he vivido durante mi estancia en Tanzania enseñando inglés y suajili a niños de preescolar en un colegio rural de la organización Born To Learn, en India como profesor de francés para la Professional School of Foreign Languages de la Fundación Vicente Ferrer, y actualmente en Malí cooperando con CONEMUND en proyectos de seguridad alimentaria y equidad de género. Mi objetivo cabe en una palabra: Compartir.

sábado, 8 de marzo de 2025

Amor y odio, y miedo de por medio.

 

Si alguien actúa con odio en realidad está actuando con miedo. El miedo es, por tanto, el indicador de la ausencia de amor. Cualquier acto realizado con odio, y por tanto con miedo, es una petición inconsciente de amor. Una acción solo puede ser una muestra o una petición de amor. 

Por muy detestable que algo sea, si lo odiamos estamos añadiendo odio a las arcas del odio. Odiar algo odioso hace crecer el odio. Esto no es una directiva ética, es una realidad matemática. 

¿Qué hay que hacer si detectamos odio y no queremos que crezca? Hacer, hacer... no sé, ahí está el juego, pero no hay excepción para la regla de que odiándolo crece. 

Odiador de odiadores no demasiado listo no acaba de entender que el odio que odia no deje de crecer. 

-Inspirado en UCDM-

No hay comentarios:

Publicar un comentario