Curiosidad y escepticismo. De eso estás invadido ahora,
querido lector, porque te atrae la idea pero no te la crees.
Puedes creértela, pero ya te advierto que no va satisfacer
la más que probable codicia, que por pequeña que sea, se ha despertado en tu subconsciente,
que por cierto cuando se trata de dinero tiene línea directa con nuestro
consciente.
No he conseguido encontrar algo que con tanta naturalidad
manifestemos de manera socialmente aceptable como las ideas que el dinero
siembra en nuestro subconsciente. Dinero es poder, tranquilidad, libertad,
respeto, notoriedad, salud, hogar, comida para nuestros hijos… todo lo que
quieras decir es bienvenido y entendible. Puede ser más o menos oportuno, más o
menos frívolo, pero debidamente contextualizado se acepta siempre. Prueba a
hacer lo mismo con el sexo, la religión o el amor, o con cualquier otra cosa. Enseguida
la censura de tu cerebro se pondrá a trabajar para que no digas algo de lo que
te puedas arrepentir y sea la censura externa -la de los demás- la que te
castigue. El concepto se ha apoderado de todos los estamentos de nuestro
cerebro hasta el punto de que nada de lo que concibamos es considerado sin que
latentemente esté presente para calcular su coste, conveniencia, viabilidad y/o
rentabilidad.
Para empezar es algo que sólo existe aquí, en la Tierra. Si hay otra forma de
vida y resulta ser menos inteligente que la nuestra no creo que haya llegado a
concebir una idea económica de convivencia, y si es más inteligente seguramente
ya la habrá superado, así que con toda seguridad podemos decir que todo el
dinero de la Tierra
es todo el dinero del Universo. ¡Somos universalmente ricos!
Pues se conoce que de eso que sólo existe en nuestro
planeta, el efectivo representa apenas del 2% del montante total así que en
realidad el dinero -casi todo- es una posición de memoria en un ordenador. ¿No
es increíble que la ultimísima manifestación "tangible" del dinero sea un bit?
Pues ya que se trata de un bit, la idea del millón de euros
es que todos y cada uno de nosotros tuviéramos ese bit a “1” , y que eso significara que todos
y cada uno de nosotros tuviéramos 1 millón de euros. Si de repente todos
tuviéramos un millón de euros, ¿qué pasaría mañana?
Con el mismo aire, el mismo agua, los mismos alimentos, los
mismos libros y los mismos medios tecnológicos, pero cambiando un bit, dejaríamos
de entendernos. ¿O quizás empezaríamos a hacerlo?
Por favor, no me llaméis cosas, que sólo hablo de cambiar un bit. Pensad en qué creéis que pasaría. Esa es la gracia de la idea, fértil para una novela, y diáfana sobre nuestra frágil “estabilidad”.
Por favor, no me llaméis cosas, que sólo hablo de cambiar un bit. Pensad en qué creéis que pasaría. Esa es la gracia de la idea, fértil para una novela, y diáfana sobre nuestra frágil “estabilidad”.