"Y aquellos que bailaban eran considerados locos por los que no podían oír la música".
-Friedrich Nietzshce-
Leer a Ortega me emociona y leer a Nietzsche me estremece. Si
con las ideas del primero mis neuronas hacen el amor, podría decir que con las del
segundo hacen algo parecido a una viciosa orgía. Nietzsche me embruja con una
prosa que apuñala. Me da hasta miedo sentir la escondida claridad de su mensaje
y experimento una mezcla de placer intelectual con espanto emocional; quizás
sea el pavor a las ideas desnudas, a las totalmente desacomplejadas, a las que
no reprimen nada.
A continuación unos extractos de "Así habló Zaratustra":
“Llamo Estado al lugar en donde envenenan a todos, donde
buenos y malos se pierden; donde se llama vida al lento suicidio de todos. Todo
lo que dice es falso y todo lo que tiene es producto del robo. Muerde con
dientes robados y hasta sus entrañas son falsas. Reconoceréis siempre al Estado porque es una torre de
Babel del bien y del mal. Roba las obras de los inventores y los tesoros de
los sabios, y a ese robo lo llama cultura.
Aunque no lo apreciemos, el mundo gira en torno a los que
inventan nuevos valores, pero la gente y la fama giran en torno a los
comediantes. Para ellos demostrar es derribar y convencer es sacar a la gente
de sus casillas. A la verdad que sólo es percibida por los oídos más sensibles
la llaman mentira y futilidad. Son incondicionales que te apremian a que les
digas sí o no. Es mejor que huyas de esas gentes tan apresuradas que en medio de
la plaza te asaltan con su ¿sí o no? ¿Cuándo se ha visto que la verdad marche al lado de un
incondicional? Todos los pozos profundos experimentan con lentitud; han de
esperar mucho tiempo para saber qué es lo que cayó en sus aguas profundas. Todo
lo grande se da lejos de la plaza pública y de la fama; los inventores de
nuevos valores han vivido siempre lejos de ellas.
¡Mirad cómo trepan esos ágiles monos! ¡Todos esos locos me
parecen unos monos trepadores y fanáticos! Su ídolo, ese monstruo frío, huele
mal, y lo mismo les pasa a todos los que le rinden culto. ¿Es que vais a
asfixiaros con el aliento que despiden sus hocicos? Zumban en torno a ti para
alabarte pero su alabanza es impertinente porque lo que buscan es estar cerca
de tu piel y de tu sangre”.
La democracia de hoy en día es una falacia de monos
trepadores que preguntan vacuidades capciosas a las que sólo se puede responder
sí o no. Cuando respondes, se quedan con tu alma y mercadean fanáticamente con
ella para dar de comer a un monstruo que se sienta en un trono de fango. ¿Y aún me preguntáis qué hay que hacer? ¿Y aún teméis qué
ocurrirá después?
Filósofos al poder? Quizas ellos puedan contra Podemos,
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