He visto acercarse un pájaro transparente de vuelo irregular
que se ha posado en el alféizar de mis pensamientos. Me ha pedido que lo
dibuje, pero cuando iba a empezar ha aleteado un adiós silencioso sin mover el
aire y se ha vuelto a alejar.
¡Inspiración! –ha piado su nombre–.
¡Quién sabe cuándo se volverá a posar!
Llevo siempre un pico encima para utilizarlo con sosegada
violencia contra los tabúes que encuentro dentro de mí. Detesto las puertas
cerradas entre nube y nube.
Mis cogitaciones juegan con lo infinito y lo eterno, pero mi
cuerpo es limitado y caduco, así que mis ideas no son mías porque no caben en
mí. Decir que una idea es propia es como decir que un pescador crea peces.
En el cerebro del Hombre sólo cabe una caña que se llama
curiosidad y su alma no es sino un cebo para pescar que se llama necesidad.
El mar, lo que de verdad es el mar, eso está fuera y es otro
cantar.
Como se dice en facebook, Me gusta...pero se queda pequeño el Me gusta...
ResponderEliminarEn mi opinion he de decir Me encanta...
Pues he experimentado un encantamiento de origen divino , ya que divinos son tus pensamientos.
Gracias querido primo.
Acabas de inventar sin saberlo el verbo "Tweetine" - imaginación a base de pio-pio de las meninges- John Lenon te lo hubiera hecho una canción eterna.
ResponderEliminarNuestro crédito vital nos debe permitir en algún momento impregnarnos con el elixir de tus cavilaciones.