- José Antonio Hoyos Castañeda
- No tenía fuerzas para rendirme, así que decidí emprender activamente una búsqueda eidética, es decir, de lo esencial. Pensé que el cambio que afrontaba merecía un decorado literario, y de ahí el blog. En él reflejo pensamientos, reflexiones y emociones que he vivido durante mi estancia en Tanzania enseñando inglés y suajili a niños de preescolar en un colegio rural de la organización Born To Learn, en India como profesor de francés para la Professional School of Foreign Languages de la Fundación Vicente Ferrer, y actualmente en Malí cooperando con CONEMUND en proyectos de seguridad alimentaria y equidad de género. Mi objetivo cabe en una palabra: Compartir.
viernes, 26 de junio de 2015
martes, 23 de junio de 2015
Entrevista sin gracia
Escribir emocionado. No hay más secretos que ese para
escribir “algo”. La escritura es emoción estrellada contra un papel, un código que
deforma en forma de grafos la materia intelectual de nuestro espíritu. Si con
una pica decimos “aquí estuve yo”, ¿qué dice el que escribe? “Aquí amé yo, aquí
sufrí yo, esto yo pensé”. Uno se materializa y se espiritualiza a la vez cuando escribe, porque se hace
idea que puede habitar otros cerebros, mover otros cuerpos, trascender a otras almas y hacer sentir
que en realidad todas ellas se funden en una común, en la consciencia global.
- ¿Y qué es entonces la consciencia global?
- ¿Y qué es entonces la consciencia global?
La consciencia global es entender no por convencimiento, sino
por necesidad existencial, que somos todos partícipes de la misma cosa, y que en cada trozo
de la tarta está la totalidad de tarta, porque cada trozo es tarta en sí.
- De acuerdo, pero ¿eso para qué sirve?
- De acuerdo, pero ¿eso para qué sirve?
Sirve para lo que cada uno quiera que sirva, así que puede
servir para muchas cosas. Es como preguntarse, ¿para qué sirve existir? Lo que la
consciencia global sea no se calibra con los parámetros de causa-efecto, o
utilidad-inutilidad, ni siquiera con los de bueno-malo. Siendo consciente de la
consciencia global todo es neutro, todo es lo mismo, todo es Uno.
- ¿Tiene la consciencia global algo que ver con la felicidad?
La iluminación consiste precisamente en sentir el Uno. Cuando se consigue, la idea de felicidad queda también anulada. La paz es tal que podría decirse que uno deja de necesitar ser feliz. Es como una serpiente comiéndose a sí misma por la cola: los conceptos son inmediatamente fagocitados por su propia energía creadora. Reina la neutralidad, un infinito mar de aceite que se ha tragado el horizonte de lo posible y lo imposible, y un atardecer que siempre es crepuscular porque tampoco se necesita ni al mismísimo sol.
- ¿Y con la ética? ¿Tiene algo que ver con la ética?
- ¿Tiene la consciencia global algo que ver con la felicidad?
La iluminación consiste precisamente en sentir el Uno. Cuando se consigue, la idea de felicidad queda también anulada. La paz es tal que podría decirse que uno deja de necesitar ser feliz. Es como una serpiente comiéndose a sí misma por la cola: los conceptos son inmediatamente fagocitados por su propia energía creadora. Reina la neutralidad, un infinito mar de aceite que se ha tragado el horizonte de lo posible y lo imposible, y un atardecer que siempre es crepuscular porque tampoco se necesita ni al mismísimo sol.
- ¿Y con la ética? ¿Tiene algo que ver con la ética?
La idea de unicidad se puede desplegar en todos los campos, y en términos éticos, por supuesto, también. La ética sería muy sencilla: lo bueno y lo malo son lo mismo, y también lo son el amigo y el enemigo, así que teniendo clara la consciencia global es muy fácil ver a los demás en uno mismo y a uno mismo en los demás.
- ¿Y qué dice la ciencia de todo esto? ¿Lo respalda de alguna manera?
La ciencia lo refrenda totalmente. De hecho, hay una parte de la física que trata los eventos no como cosas que pasan o dejan de pasar, sino como superposiciones de estado, es decir, cosas que pasan y no pasan al mismo tiempo. Esta consideración aparentemente sin sentido para nuestra lógica de andar por casa, es sin embargo básica cuando se analiza el universo desde el punto de vista más voyerista que nos ofrece nuestro cerebro, la física cuántica. Una superposición de estados -es decir, algo que es y no es al mismo tiempo- es como el bien y el mal disueltos el uno en el otro para formar una realidad global, la realidad única, sucinta al mismo tiempo de cada cosa y de su contrario, sin dicotomías de ningún tipo, sin antónimos.
- Parece aburrido, ¿no? Ni frío ni calor, ni sí ni no, ni bueno ni malo… ¿qué gracia tiene eso?
- ¿Y qué dice la ciencia de todo esto? ¿Lo respalda de alguna manera?
La ciencia lo refrenda totalmente. De hecho, hay una parte de la física que trata los eventos no como cosas que pasan o dejan de pasar, sino como superposiciones de estado, es decir, cosas que pasan y no pasan al mismo tiempo. Esta consideración aparentemente sin sentido para nuestra lógica de andar por casa, es sin embargo básica cuando se analiza el universo desde el punto de vista más voyerista que nos ofrece nuestro cerebro, la física cuántica. Una superposición de estados -es decir, algo que es y no es al mismo tiempo- es como el bien y el mal disueltos el uno en el otro para formar una realidad global, la realidad única, sucinta al mismo tiempo de cada cosa y de su contrario, sin dicotomías de ningún tipo, sin antónimos.
- Parece aburrido, ¿no? Ni frío ni calor, ni sí ni no, ni bueno ni malo… ¿qué gracia tiene eso?
En realidad, ninguna.
domingo, 14 de junio de 2015
Descripción del carácter-pregunta
Descripción de un carácter, porque una personalidad es
imposible de describir. La personalidad se mueve, y no se puede retratar un
movimiento que además aún no ha terminado de ejecutarse. Sería como fotografiar un
salto. De la misma manera que un cometa es cometa no por lo que es, sino porque
se mueve, la persona es persona porque se despliega a lo largo de su
personalidad, ese algo constante imposible de constatar que cambia de forma
como las nubes de lugar.
El carácter, empero, elenco de grandezas y miserias, sí
se puede describir. Puede ser inexacto, incompleto, injusto y parcial, pero es
real, como lo es un cubo bidimensional.
Ella era toda epíteto, carácter en cada tesela, un mosaico
de la globalidad, un conato de eternidad. No se trataba del tamaño de su saber, sino de su actitud ante el desconocer; eso le hacía inabarcable e irresistible. Lo
sabido le aburría, era aire quieto, mar de aceite, mirada fija. Lo desconocido, sin embargo, destruía el techo de sus cielos y agitaba sus piélagos, movía corrientes frías y creaba nereidas preguntonas en su mente. Querer saber provocaba en ella estímulos de vida, erupciones de
preguntas y huracanes de curiosidad. Pero sorprendentemente, las soluciones eran lo que más le apagaba, porque calmaban de manera transitoria su sed de conocimiento, y cuando se es pura sed, beber es desaparecer, igual que cuando se es pura herida, sanar es morir.
Esa mujer era una paradoja aclaratoria, asombrosa cuando
desconocía, reina amazona en las preguntas y bebé durmiente en las respuestas. Presumía
de no saber, y era adicta a la virginidad. La conocí cayéndome por el tobogán de una pregunta
y me enamoré de la fuerza de sus dudas. Comimos juntos millones de respuestas con el
sosiego de un tiburón ballena, pero era el hambre y no su satisfacción lo que
nos unía. A decir verdad, las respuestas ofendían.
Supe que se iría y dejaría una estela de interrogantes que unirían como un lazo de recuerdos mi corazón y su cerebro, pero el mío -otro enjambre de indeterminaciones- me aclaró que si
los respondía, la perdería. Me enamoré de una duda insatisfecha, aunque dudo de si ella, todo esto, lo sabía...
jueves, 11 de junio de 2015
Reencarnación de palabras
Algunas palabras han llevado muy mala vida. Nacieron como un
tierno y bello bebé en el seno de una familia de semántica prometedora y
mamaron de ubre de lexema real, pero han quedado despojadas de un significado
digno y ahora son violadas repetidamente por indecentes cazadores de
voluntades. De un noble vagido han pasado a un estridente e insoportable chillido.
Son palabras zombi, putas de la semántica maltratadas por proxenetas con
corbata que maldicen desde un atril. ¿Qué fue, por ejemplo, de "Libertad" , esa princesa nacida
en palacio entre finas telas de holanda que ahora vive entre cartones sucios y ásperas
arpilleras picándose dinero porque dice que sin él no puede existir?
¿Y de "Éxito"?
¡Con lo guapo que era de pequeño, mirando siempre hacia dentro, con esa pose de
bailarín de las circunstancias! ¡Qué feo y rígido se ha puesto, y qué poca
personalidad tiene, esperando siempre ser definido desde fuera! De grácil
bailarín a chopo seco con ojos estrábicos.
¿Y de las gemelas "Realizacion" y "Personal"? Apuntaban a
engrandecer juntas la vida entera, a marcar un camino para el Hombre, a ser un
trono para sentarse sobre las nubes sin perder el tacto de la tierra, pero… ¿Acaso se las ha vuelto a ver de la mano? Ahora "Realización" se ha trivializado y únicamente se junta con complementos tangibles, padece de esquizofrenia y sólo se viste de correcta o incorrecta. Por su parte, "Personal" trabaja de guarda fronteriza
y se dedica a prohibir. No deja de repetirse a sí misma para marcar las
distancias. “Personal” –dice-, “Personal” –reitera-, y así vive, sola,
defendiendo de todo una nada que se consume por falta de contacto. ¡Dónde
quedaron los tiempos en los que las dos hermanas saludaban unidas a los
próceres que llegaban al pico de su kilimanjárica vida!
"Libertad", "Éxito", "Realización" y "Personal", a vosotras me dirijo, palabras ilustres, honrosas y generosas, ¡es hora de
reencarnarse!, el cuerpo en el que vivís no os corresponde y la vida que lleváis no es la vuestra. No estáis aquí
para criar charcos sucios, sino para ensanchar mares sin fondo.
miércoles, 10 de junio de 2015
Apuntes sueltos de mi libreta
Como tengo libreta, apunto cosas que escucho, y como las apunto, luego las puedo releer, recordar y transcribir. Aquí van algunas frases descontextualizadas de estas últimas semanas rescatadas de la esquina de alguna hoja doblada:
"Yo creo que eso de los electrones es más cosa de tíos que de
tías, ¿no?"
"¿Es posible violar a una puta en el ejercicio de su
profesión?"
"¿Qué hace un psicólogo cuando necesita ayuda psicológica,
mirarse en un espejo?"
"Tienes voz de doblador, podrías ser bailarín de voces."
"En la
India pensamos que el amor es una cosa que pasa entre dos
personas. El matrimonio es entre dos familias."
"Tengo la juventud de dos veinteañeros y el entendimiento de
un carroza verdadero."
"El machismo es en algunos países un techo de cristal."
"Aquí vienen a ayudar los que más ayuda necesitan porque han
oído que ayudar ayuda."
"No podrías entenderlo, hay matrices y todo."
"No podrías entenderlo, hay matrices y todo."
"Ahora que sé lo que tengo que decir resulta que no se puede
decir con palabras."
«No decimos "salvapatrias", decimos "erradicador de pobreza". No hay nada más ridículo que el altruismo pretencioso.»
"He viajado mucho y me he divertido más; mi coño parece la ONU."
viernes, 5 de junio de 2015
Venir para irse
He venido a destruirme,
como se destruye una mirada en un rostro hermoso;
y lo voy a gritar,
como grita el hielo en el agua o la sal en el fuego;
y lo voy a contar,
como cuenta el viento el olor de azahar;
y me vas a entender,
como entiende el cachorro que el pezón es su maná;
y me iré,
y volveré,
y te miraré,
y me destruiré,
porque no hay medida que mida un mirar,
ni grito que apague una verdad,
ni aire que que no muera en viento,
ni vida que no sepa que allá de donde viene
volverá.
Gibran Jalil Gibran
A continuación, unos extractos de la obra "El Profeta", de Gibran Jalin Gribran:
"En vuestro anhelo por un yo superior descansa vuestro bien, y ese anhelo está en todos vosotros. En algunos casos, tal anhelo es un torrente que se precipita con fuerza hacia el mar arrastrando los secretos de las colinas y las canciones del bosque. En otros, es un débil e indolente arroyuelo que se pierde en meandros consumiéndose antes de llegar al estuario. Pero que quien mucho anhela no diga a quien poco desea: ¿Por qué eres lento y te paras tanto?, porque el que es verdaderamente bueno no pregunta al desnudo: "¿Dónde está tu ropa?", ni al vagabundo: "¿Qué le ha pasado a tu casa?"
"¿No es el miedo a la necesidad la necesidad misma?"
"El buey que ama su yugo juzga al alce y al ciervo de las selvas vagabundos sin ley."
"Para el fruto, dar es una necesidad, de igual modo que recibir lo es para la raíz."
"Vuestro miedo a la muerte no es más que el temblor del pastor de pie ante el rey, cuya mano va a posarse sobre él para honrarlo".
"Vuestro miedo a la muerte no es más que el temblor del pastor de pie ante el rey, cuya mano va a posarse sobre él para honrarlo".
miércoles, 3 de junio de 2015
Lenguas
Yo, que me hablo con varias y que con ellas hablo, puedo
hablar y hablo, y digo lo siguiente:
Estudiar una lengua es tender un puente inacabable
entre las ideas propias y el mundo exterior a través de un río ancho como el
horizonte por el que discurren las circunstancias verbalizables de la vida.
Aprender una palabra nueva en un idioma extranjero es dar
una puntada más para ensanchar y hacer más cómodo un tejido con el que nos
vestimos cuando viajamos, mientras que aprenderla en la lengua madre es dar la
misma puntada pero no para ensanchar el tejido sino para ajustarlo a la
concreción de las ideas.
Para algunos, aprender un idioma nuevo es un agujero más por
el que desaguar su estupidez.
Amor, amore, amour, love, upendo, prema… cambian las letras,
pero permanece el concepto, cambia la música, pero permanece la letra.
Estudiar un idioma nuevo es una odisea que emprende un sastre aventurero que quiere tejer un vestido nuevo para cada una de sus ideas viejas.
Te hablo en tu lengua porque no me dirijo a tu cerebro, sino
a tu corazón.
Alguien que aprende una lengua nueva es un mercenario que
lucha a favor de un ejército extranjero que acomete su particular cruzada del
intelecto a la conquista de lo inefable.
Cuando en el estudio de una nueva lengua necesites buscar en el diccionario cómo se dice “matiz” es que acabas de llegar al primer
punto de madurez de tu aprendizaje.
Dime cuántos idiomas hablas y te diré cuántos debes mejorar.
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