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No tenía fuerzas para rendirme, así que decidí emprender activamente una búsqueda eidética, es decir, de lo esencial. Pensé que el cambio que afrontaba merecía un decorado literario, y de ahí el blog. En él reflejo pensamientos, reflexiones y emociones que he vivido durante mi estancia en Tanzania enseñando inglés y suajili a niños de preescolar en un colegio rural de la organización Born To Learn, en India como profesor de francés para la Professional School of Foreign Languages de la Fundación Vicente Ferrer, y actualmente en Malí cooperando con CONEMUND en proyectos de seguridad alimentaria y equidad de género. Mi objetivo cabe en una palabra: Compartir.

jueves, 11 de junio de 2015

Reencarnación de palabras


Algunas palabras han llevado muy mala vida. Nacieron como un tierno y bello bebé en el seno de una familia de semántica prometedora y mamaron de ubre de lexema real, pero han quedado despojadas de un significado digno y ahora son violadas repetidamente por indecentes cazadores de voluntades. De un noble vagido han pasado a un estridente e insoportable chillido. Son palabras zombi, putas de la semántica maltratadas por proxenetas con corbata que maldicen desde un atril. ¿Qué fue, por ejemplo, de "Libertad", esa princesa nacida en palacio entre finas telas de holanda que ahora vive entre cartones sucios y ásperas arpilleras picándose dinero porque dice que sin él no puede existir? 

¿Y de "Éxito"? ¡Con lo guapo que era de pequeño, mirando siempre hacia dentro, con esa pose de bailarín de las circunstancias! ¡Qué feo y rígido se ha puesto, y qué poca personalidad tiene, esperando siempre ser definido desde fuera! De grácil bailarín a chopo seco con ojos estrábicos.

¿Y de las gemelas "Realizacion" y "Personal"? Apuntaban a engrandecer juntas la vida entera, a marcar un camino para el Hombre, a ser un trono para sentarse sobre las nubes sin perder el tacto de la tierra, pero… ¿Acaso se las ha vuelto a ver de la mano? Ahora "Realización" se ha trivializado y únicamente se junta con complementos tangibles, padece de esquizofrenia y sólo se viste de correcta o incorrecta. Por su parte, "Personal" trabaja de guarda fronteriza y se dedica a prohibir. No deja de repetirse a sí misma para marcar las distancias. “Personal” –dice-, “Personal” –reitera-, y así vive, sola, defendiendo de todo una nada que se consume por falta de contacto. ¡Dónde quedaron los tiempos en los que las dos hermanas saludaban unidas a los próceres que llegaban al pico de su kilimanjárica vida!

"Libertad", "Éxito", "Realización" y "Personal", a vosotras me dirijo, palabras ilustres, honrosas y generosas, ¡es hora de reencarnarse!, el cuerpo en el que vivís no os corresponde y la vida que lleváis no es la vuestra. No estáis aquí para criar charcos sucios, sino para ensanchar mares sin fondo. 

1 comentario:

  1. A mi gusta usar la ingeniería semántica para expresar de manera suave noticias desagradables, lo hago con más corazón que recursos.
    No te preocupes Moro, que existen palabras cuyo sentido queda impoluto, como el leit motiv de tu historia: COMPARTIR

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