Vamos a ver, ¿cómo es posible que cada día esté más formado,
que cada día sepa más, cada día aprenda más, confirme más, viaje más, pruebe
más, viva más, piense más… y sin embargo cada día sepa menos? ¿Qué está pasando
aquí? ¿Qué tipo de broma es esta?
Es el increíble caso del conocimiento menguante, y no se trata de que al saber más uno se aleje
del vulgo y al sentir ese alejamiento sea declarado culpable en un juicio de
soberbia ignorancia ajena, es que verdadera y literalmente las dudas crecen a
un ritmo mayor que las respuestas. Es como que la progresión de las respuestas fuera lineal y la de las dudas exponencial.
Parece que el esfuerzo intelectual fuera un pataleo en una
ciénaga. ¿Debo entonces quedarme quieto para aprender de verdad?, ¿debo quemar los libros?, ¿enterrarme?, ¿embrutecerme para crecer?, ¿cuál es la íntima naturaleza del saber? Por favor, una
respuesta ya, que voy a enloquecer.
Tengo una manifestación de neuronas que atender, una
reclamación de aumento de sueldo de materia gris que negociar, unas sinapsis
que justificar y unos neurotransmisores a los que indemnizar.
Creador, Demiurgo, Todo, Dios… Bromista Universal, ¿qué tipo
de mofa es esta que formo una montaña y no un agujero al cavar?
30 de abril de 2015.
"Tengo tantas dudas..., que no me cabe ya ni la menor duda".
ResponderEliminarAbrazooos!!!