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No tenía fuerzas para rendirme, así que decidí emprender activamente una búsqueda eidética, es decir, de lo esencial. Pensé que el cambio que afrontaba merecía un decorado literario, y de ahí el blog. En él reflejo pensamientos, reflexiones y emociones que he vivido durante mi estancia en Tanzania enseñando inglés y suajili a niños de preescolar en un colegio rural de la organización Born To Learn, en India como profesor de francés para la Professional School of Foreign Languages de la Fundación Vicente Ferrer, y actualmente en Malí cooperando con CONEMUND en proyectos de seguridad alimentaria y equidad de género. Mi objetivo cabe en una palabra: Compartir.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Miradas y respuestas


Me observaban tres tipos de miradas: la de ojos muy abiertos, la de reojo y la de párpados caídos. La primera me preguntó, la segunda me ignoró y la tercera se enamoró.

“¿Quién eres?” –preguntaron los ojos muy abiertos- y yo respondí:
"No lo sé, pero lo intuyo. Soy uno al que le interesa conocer gente y nutrirse de lo que hay ahí fuera. No descarto ninguna vivencia compartida, ya sea intelectual, emocional o sexual. No me siento frustrado por ninguna negativa, ya sea sexual, emocional o de falta de afinidad intelectual, y no tengo ninguna prisa por nada porque ya me sé el final. Soy artesano de convicciones en paro en busca de ideario con el que trabajar. Me gusta hacer deporte, conversar sin tabúes, las voces que tienen eco, los abrazos, los salmones (como pez, no como pescado), las ciencias, las letras y que los perricos chicos me laman la nariz. Escribo como terapia para medicar la frustración que me produce la falta de preguntas y respuestas, y mi objetivo en la vida es quitarme de encima todos los miedos para descubrir qué hay debajo de ellos y entender quién soy verdaderamente. Quizás así algún día pueda responder a esta pregunta con algo más certero que una intuición".

“No entiendo lo que dices, pero pareces trigo demasiado limpio” – me espetó la mirada de reojo- y mirando al frente me ignoró.

“Me gustaría amarte” –me dijo la mirada de párpados caídos-.

“Cerraos” –les pedí a esos ojos- y cuando lo hicieron... el arco iris explotó. 

3 comentarios:

  1. ufffff... me encanta.
    Casi veo todos los ojos de los que hablas pero, sobre todo, te veo a ti en esencia y estado puro y eso,
    a estas alturas de la vida y de la muerte,
    es sumamente difícil.
    Pero ayuda,
    tela...
    a saber que no sólo luchamos por un objetivo,
    sino por encontrar belleza.

    Tu pluma cada vez más ágil, magnífico.

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  2. Hace poco que he encontrado este blog y solo puedo decir que es magnífico, nos ayudas a pensar sobre la vida.

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  3. ¡Sublime Moro! Estas lineas podrían ser el prefacio de cualquier libro moderno, de cualquier escritor de reconocido prestigio.
    Agoensos como escribes, y como me gusta corroborar con movimientos de mi cabeza lo que leo...

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