La locura también se puede clasificar e incluso
tecnificar y mesurar. He aquí tres tipos de locura con su correspondiente
nombre técnico:
Tipo I: Extirpación parcial o total del clítoris y/o
del prepucio. A esto se le llama clitoridectomía.
Tipo II: Extirpación parcial o total del clítoris y
los labios menores, con o sin extirpación de los labios mayores. A esto se le
conoce como excisión.
Tipo III: Ablación del clítoris y de los labios
menores con sutura de los labios mayores para estrechar el orificio vaginal. En
este caso se habla de infibulación.
Bueno, pues resulta que en Malí el 90% de las mujeres
de entre 15 y 45 años han pasado por alguno de estos tres formatos de tortura,
¡el 90%! Pero sin duda lo más asombroso son los motivos por los que esto se
hace. Hay varios, y todos moverían a la risa y parecerían una broma si no fuera
porque la cosa es para llorar y muy seria.
Se habla de un aumento de la
fertilidad y del poder malévolo del clítoris, de órganos sucios y feos, de
patrimonio cultural e integración social, de preservación de la castidad y la
fidelidad durante el matrimonio e incluso se fortalece con ser algo recomendado
religiosamente.
Viniendo como viene la práctica
envuelta en misticismo, higiene y estética, patrimonio cultural e integración
social, psicosexualidad y religión puede uno hacerse una idea de lo complicado
que es erradicar una aberración como esta. Está totalmente embebido en la psique
de estas comunidades. Más que de un ejercicio de erradicación se trata de uno
de decantación.
¿Cómo se apostata de ser humano? Por mi parte solicito un pasaporte de gusano o de espora estéril.
He aquí nuestra paradoja existencial: no hay nada más inhumano que lo humano.
Sin palabras...
ResponderEliminarUn referéndum para que voten solo las mujeres, que % de No a esta aberración arrojará?
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