Mi foto
No tenía fuerzas para rendirme, así que decidí emprender activamente una búsqueda eidética, es decir, de lo esencial. Pensé que el cambio que afrontaba merecía un decorado literario, y de ahí el blog. En él reflejo pensamientos, reflexiones y emociones que he vivido durante mi estancia en Tanzania enseñando inglés y suajili a niños de preescolar en un colegio rural de la organización Born To Learn, en India como profesor de francés para la Professional School of Foreign Languages de la Fundación Vicente Ferrer, y actualmente en Malí cooperando con CONEMUND en proyectos de seguridad alimentaria y equidad de género. Mi objetivo cabe en una palabra: Compartir.

lunes, 30 de mayo de 2016

Hombre tonto, hombre sabio


Y el hombre tonto se enfadó con la lluvia, aborreció la tormenta, escupió con repugnancia en el río, insultó paisajes, pateó al viento y lamentó amargamente los atardeceres tempraneros y los amaneceres tardíos. El hombre tonto se quejó de lo que era tal como era, y en su ignorancia pensó que su rabia arrasaría las nubes, aniquilaría a Eolo, congelaría a Poseidón y apagaría a Helios. Pero en su rabia encontró sólo su sombra, la que proyectaba su dolor, y tanto disfrutó sufriendo que llegó a temer perder su dolor porque creyó que con su pérdida se perdería a sí mismo. 

El hombre sabio aceptó las tormentas y la sequía, las crecidas de los ríos y sus secados, los bosques y los páramos, la felicidad y su hermana, y los puso a todos sobre una línea que se cerraba sobre sí misma en la que cada cosa le pasaba el testigo a su contrario en un ciclo infinito de veces que rodaba armónicamente como la piedra de Sísifo.

El hombre tonto se quejó, fabricó tiempo para envejecerse y convirtió su alma en un lamento. 

El hombre sabio aceptó los ciclos y se hizo eterno. La lluvia le limpió, la tormenta le avisó, el río le susurró secretos, el paisaje le sonrió, el viento le acarició y el sol danzó a su antojo. 

El hombre tonto gritó ¡ego! y se anuló. 

El hombre sabio calló y se afirmó. 

19 de agosto de 2015

No hay comentarios:

Publicar un comentario