Me seduce que la realidad sea
ininteligible. Hasta tal punto es así que cuando entiendo algo me acaba
pareciendo sospechoso: pienso que si yo lo puedo comprender es que está demasiado
simplificado; estoy seguro de que la realidad de ahí afuera es mucho más compleja
que mi capacidad de entender complejidades.
Pensando de esta manera se acaba
disfrutando mucho de no entender, precisamente porque lo que no se entiende supone un reto y porque, si se trata de algo científico o filosófico, está fuera de toda sospecha de haber sido demasiado simplificado o adulterado. Es, por
tanto, más puro, se encuentra más cerca de su realidad propia, en su hábitat
natural, no encerrado en la pequeña y prejuiciosa jaula de mi cerebro.
Un león desgarrando salvajemente los
tejidos de un búfalo en el Serengueti sin que nadie lo vea es más león que uno
que esté en un zoo al que se pueda mirar con tanto detenimiento como para poder
distinguir en sus ojos las legañas de su propia irrealidad. El león del zoo es
visible, escudriñable, grabable, estudiable, entendible… pero falso. El otro,
el libre, no se ve, está fuera de nuestro alcance, quizás incluso pueda estar
cazando ahora mismo sin que lo sepamos, pero es el león real, el de verdad. El
Serengueti es la realidad, el zoo es mi cerebro.
Cuando no entiendo algo siento que de
verdad estoy tocando su áspera realidad, siento que estoy engrandeciéndome,
transcendiendo mi propia capacidad. Me imagino entonces que soy la garra ensangrentada de un león que caza salvaje y libremente más allá de la cordillera de mis
entendederas. Entender no me vale de nada, precisamente por eso, porque ya lo
he entendido. Lo inteligible aburre.
Esta forma de pensar y sentir se llama
“aprehensión de la realidad a través del desentendimiento”, y ya que me acabo de inventar el nombre, voy a inventarme también la definición: se trata de una corriente
intelectual que se apoya en la ignorancia como combustible de una ignición
cognitiva, y tiene también una variante actitudinal que sirve para demostrarle
a las dificultades que cuanto más irresolubles se presentan, más atractivas
resultan. Es cianuro contra el miedo, y si nos educamos convenientemente
podemos conseguir que lo genere el propio cuerpo, gratis.
“Las dificultades en la vida no
vienen para destruirte sino para mostrarte tu potencial escondido y tu poder.
Demuestra a las dificultades que tú también eres difícil. ”
-A.P.J. Abdul Kalam (Ingeniero
Aeroespacial y ex presidente de la
India )-
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