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No tenía fuerzas para rendirme, así que decidí emprender activamente una búsqueda eidética, es decir, de lo esencial. Pensé que el cambio que afrontaba merecía un decorado literario, y de ahí el blog. En él reflejo pensamientos, reflexiones y emociones que he vivido durante mi estancia en Tanzania enseñando inglés y suajili a niños de preescolar en un colegio rural de la organización Born To Learn, en India como profesor de francés para la Professional School of Foreign Languages de la Fundación Vicente Ferrer, y actualmente en Malí cooperando con CONEMUND en proyectos de seguridad alimentaria y equidad de género. Mi objetivo cabe en una palabra: Compartir.

lunes, 2 de marzo de 2015

Soneto de la rana de pozo

Ayer escribí unas cuantas rimas locas sacadas de lo más onírico de mi intuición poética y las ordené como me pidió el cuerpo, o más bien como el cuerpo me las despidió. Lo titulé "Rana de pozo"

Hoy, queriendo formalizar la idea, y con el único y noble fin de entretenerme, he adecuado el contenido a las estrofas de una métrica predefinida, y he elegido para ello la del soneto, que consiste en catorce versos endecasílabos, dos cuartetos y dos tercetos, con rima (ABBA:ABBA) (CDE: DCE). 

Esta -para mi escaso ingenio- rigidez estructural del soneto me ha obligado a cambiar de sitio algunas palabras, a omitir otras, a recurrir a vocablos nuevos (creo que algunos traídos por los pelos) y puede incluso que de manera indeseada a limar en exceso el mensaje tan sabio que la inundación del pozo de la rana listonta transmite, pero como es mi primer soneto no le voy a buscar las taras sino todo lo contrario. Que se las busque Violante, si quiere y puede. 

En cualquier caso, tampoco creo que la poesía tenga por qué estar estructurada para ser tal, ni que tenga que decir algo decible, ni que porque lo esté y/o lo diga sea más y/o mejor. Más bien al revés: loada sea la que de manera indecible dice algo inefable.

He aquí, pues, la versión soneto "con carné" de la rana de pozo de ayer: 

La rana de pozo dijo sin dudar:
El mundo es tubular, bien segura estoy.
Por esta gran verdad un anca mía doy.
Esa claridad lo puede demostrar.

Mundo de encaje, yo lo puedo dictar.
Lo creo y lo repito como un choroy.
Estoy yo sola, no necesito acroy.
Sólo respuestas, nada que apelar.

Hasta que la lluvia un día se cansó
y quiso descartar algo tan mendaz
así que el pozo inundó y le hizo ver.  

Rana tonta que jibarizas verdad,
menos mal que la nube alta te ayudó
a entender que tu ciencia era un no poder. 

1 comentario:

  1. Las estructuras cerradas de los protocolos poéticos, limitan la capacidad de libertad expresiva de la propia prosa contenida en un poema.
    Nuestra tipificación poética, no admite "updates" que para una mente ingenieril provoca un resultado con reducción al absurdo.

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